viernes, 9 de abril de 2010

UP IN THE AIR


Me niego a poner el nombre “en español”, es horripilante y van a pensar que esta es una sección de crítica de teleseries venezolanas o mexicanas de las malas, más encima.
Veamos, dirige Jason Reitman, a quien ya le conocíamos la mano en “Thank You for Smoking” del 2005 y por "Juno" el 2007, ya sé que a mucha gente le cargó Juno justamente por Juno, la protagonista, pero la película estaba bien dirigida, o sea, bien hecha, todo encajaba, el trabajo de este caballero va mejorando con el tiempo, me gusta. No es una tonta película romántica chico-conoce-chica-se-enamoran-queda-una-escoba-pero-se-arreglan-y-terminan-todos-juntos-y-felices. De hecho, es de esas películas que uno va a ver en otro momento de la vida y va a decir..."Aaaaaah, que wena la película" porque la va a ver desde otra perspectiva y la va a entender de otra manera.
Como decía, “Up in the Air” es una película de Jason Reitman, basada en el libro del mismo nombre escrito por Walter Kira el año 2001, se trata de un hombre cuyo trabajo es viajar. No viaja por placer, claro (sería ideal) sino por trabajo. Su trabajo es despedir gente. Las empresas que tienen plata para contratar a otra empresa para despedir a sus trabajadores, no tiene plata para seguir funcionando… contradictorio, pero es básicamente para no poner la cara a la persona que están despidiendo.
El protagonista es George Clooney haciendo de George Clooney, su jefe es Jason Bateman, que ya había actuado bajo la mano de este director en Juno. Acá está parejito, la verdad.
Clooney además de despedir gente, dicta charlas. Las charlas son de “autoayuda” su tema es “la mochila” y básicamente dice que la mochila que cargamos voluntariamente es muy pesada y que hay que dejarla de lado para poder ser libres y andar sin peso en la espalda, porque da escoliosis. Bueno, en el fondo dice que el tener cosas, auto, casa, perro y familia, esposa/marido, hijos, deudas etc., etc. realmente nos mata, por lo que hay que jugársela por uno mismo y dejar de ser materialista. Y vivir solo, sin ataduras. Algo así como lo que decía el personaje de Nick Horby en su novela “Érase una vez un padre” convertida en la película “About the boy”: en que somos una isla y sólo nos necesitamos a nosotros.
Yo hasta le había comprado la filosofía, cuando me dieron ganas de tomarme el helado que había comprado, o de salir a pasear en el auto… naaaa, ven que soy materialista.
Pero sí es cierto que uno a veces tiene ganas de estar solo. De disfrutar estar solo, sin rendirle cuentas a nadie. Pero eso es medio imposible, a menos que seas huérfano, sin amigos o hermitaño. O tan pesado que la gente se escape de ti y nadie te aguante el mal genio.
Bueno, aparece otro personaje que es una mujer, Anna Kendrick, actriz estadounidense nominada al Globo de Oro y a los Oscars justamente por su trabajo de “Natalie Keener” en esta película, que es todo lo contrario, es del tipo de esas minas que uno conoce en el liceo: tienen todo planificado. A los 18 salen del colegio, a los 19 entran a la universidad, el primer año se ponen a pololear con el mino buen partido (alumno de carrera que deje lucas, de plata, con auto, rubiecito, ojala mino para sacarle pica a las amigas), terminan la carrera a los 23 y se casan ese mismo año. Luego, se compran casa, a los 24 tiene el primer hijo, trabaja medio día o no trabaja, para eso el mino era de plata, para que la mantenga. A los 26 tiene el segundo hijo y ya maneja su camioneta 4x4. Tienen un perro pastor alemán u otro y los niños van a colegio caro. Peeeeeeeeeero, como la película es un reflejo de la realidad: el mino “buen partido” la pateó y ella no sabe que hacer.
Clooney a esas alturas, ya tenía una “peor es na’” que es como él, Vera Farmiga, “Alex Goran” en la peli, aconsejan y todo a la cabra chica. Todo va bien hasta cuando de pronto, Clooney se da cuenta que en realidad, sí necesitamos a alguien al lado. A veces. O la mayoría de las veces. Y ya cacharon, va a buscar a….
No termina ahí la película, no les contaré lo que pasa. Pero va de eso más o menos la cuestión.
Yo me puse a pensar: misma ¿cuántas veces deseaste una vida “parejita”? es decir, planificada. Que no me hubiese gustado Star Wars a los 8 años, que no hubiese sido ñoña en el liceo, con el jumper hasta abajo la rodilla, leyendo y participando en política mientras mis compañeras planificaban su vida. Si no hubiese tenido que trabajar para estudiar… si no usara trajes de Star Wars, si no me gustaran los monitos, las películas, escribir blogs de cine o en foros (já, haste ver misma)… si no hubiese sino "ñoña"…. en fin, el punto es: Si hubiese planificado. ¿es eso lo que realmente me habría hecho feliz? Es decir, si funciona para “las planificadas” y “los planificados” super. Pero no creo que sea la receta para todos. Si así fuera, no tendríamos tanta gente a los 40 queriendo empezar de nuevo. Y está bien, uno no tiene por qué tener todo claro a los 18 ni a los 25. Y al final, si uno es feliz… O trata de serlo, eso es lo que cuenta. No andar de grave por la vida ¿no?.
Bueno, todo ese rollo lo logró la mano del director Jason Reitman, que consigue buenas tomas, sacarle trote a los actores y espacios para que uno se mire para dentro.
En buena la película. Me gustó.

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